Un equipo profesional e interdisciplinar en Marbella formado por mediadores sociales, psicólogo clínico, director terapéutico y psiquiatra, se encargará de acompañar a los pacientes en su recuperación.
Se trata de un programa ambulatorio de rehabilitación y deshabituación de sustancias Smiles For Live, en el que se le enseña a los usuarios con problemas de adicciones a vivir en su contexto habitual sin sustancias adictivas, así como aprender a controlar sus impulsos y conductas tanto sociales como particulares, por lo que el programa tiene una duración aproximada de unos 2 a 5 años (teniendo en cuenta la variabilidad individual de cada paciente, la gravedad del trastorno, avances, recaídas…), ya que recuperarse no consiste simplemente en dejar la sustancia (desintoxicación), sino que el objetivo es aprender nuevos patrones de comportamiento para poder llevar una vida satisfactoria en sociedad (deshabituación y rehabilitación).
“Mi vida en manos de la droga”
Yo era una persona feliz, llena de pensamientos buenos y con muchas ganas de vivir… responsable, educado e ilusionado con el futuro… la ilusión de ser futbolista. Sonreía, disfrutaba y a la vez tenía el deseo de estar con mi familia y amigos.
Todo cambió cuando tuve que dejar eso que tanto me ilusionaba: el futbol. Todo pintaba genial, quería jugar en grandes equipos cuando una lesión del tendón de Aquiles me hizo tomar la decisión de abandonar la ilusión de ese niño con proyectos desde pequeño.
Con tan solo 20 años tomé la decisión de dejarlo, y tras 2 años de frustraciones, llantos, impotencias… decidí salir con amigos, los cuales consumían alcohol y cocaína, 2 de las sustancias que probé a los 22 años y taparon todas esas frustraciones que no gestioné y que no soportaba al no cumplir el sueño de cualquier niño que amaba el fútbol.
Empecé a divertirme y pasármelo bien, la droga en aquel momento me daba todo eso que necesitaba (que era mentira) …
Con los años fue cogiendo sitio y quitándome cosas como trabajos, parejas, amigos, mi hija… empezó a quitarme familiares y amigos que se suicidaron por la “puta droga” (mi mejor tío, un gran amigo y otro que tenía desde la infancia, mi abuela prácticamente se la llevó mi tío y yo consumía más y más para tapar todo eso, ni sentía ni padecía.
La droga me dejó en la calle y ahí pude ver la realidad de un adicto. Por quitarme me quitó hasta la dignidad. Llegó a dejarme solo con ella y ahí ya tenía su trabajo (la droga y yo, solos).
Tome la otra decisión, que fue la mejor de mi vida: pedir ayuda y rehabilitarme. Y por supuesto que, con esfuerzo, sacrificio, compromiso… aquí estoy, con mi propio centro de desintoxicación, ayudando a quien lo necesite… Sigo creciendo y mirándome mucho. Y por supuesto, siendo un enfermo mental hasta que me muera.
A día de hoy soy una persona que lo ha recuperado todo: mi niña está conmigo, mi familia siempre a mi lado, mis valores como persona y mi centro de recuperación, donde poder ayudar a tod@s los chic@s que pidan ayuda.
Mi recuperación me ha devuelto todo, y sobre todo lo más importante: las ganas de vivir.
Mi lucha con las drogas empezó muy pronto, muy joven, sin saber donde entraba y sin saber cómo acabaría. Nada fácil para un hombre joven tener que parar su vida y aceptar que eres drogadicto… La vida te consume, es un no querer, pero no poder, una lucha interna que solo los adictos conocemos. En la silla de TERAPIA está la clave, el adicto se tiene que recuperar en un grupo, con ayuda de otros, con la experiencia de los veteranos y con profesionales que conozcan esta enfermedad. Dejar las drogas cuesta mucho, pero ahora, con el tiempo he entendido que es más duro drogarse que ponerse en TRATAMIENTO. No tiene comparación, pero hasta qué no lo vives no eres consciente.
No puedo dejar atrás el papel de mi familia, pieza clave para llegar a una recuperación eficaz. Ellos sufren en silencio, sin saber que hacer ni cómo ayudar, en la desesperación de unos padres y hermanas que ven como la vida de su ser querido se va…! Llegan la ruina, los problemas económicos, las broncas y lo más duro de todo, las drogas destrozan emocionalmente la vida del adicto y de sus familiares.
La última vez que mis maletas salieron de casa mereció la pena. Fue el inicio de mi recuperación. Ahora mi maleta viaja en busca de ayudar, tal como hicieron conmigo, porque me debo a ello y porque si me pude recuperar estoy seguro que vendrán muchos como yo. No me preguntes por qué, pero estando bien, todo está bien, todo llega.
Mi nombre es Cristina, soy psicóloga sanitaria y mi principal objetivo es ayudarte con cualquier inquietud, malestar o problema que tengas en tu vida diaria que te impida sentirte en plenitud y bienestar. Sentirse escuchado, comprendido y validado es una necesidad que todos los humanos tenemos y necesitamos.
Mi enfoque principal en terapia es el cognitivo-conductual, ya que su eficacia ha sido comprobada científicamente en múltiples tipos de intervenciones, siendo la más apoyada y respaldada entre los diferentes tipos de terapias psicológicas para la mayoría de trastornos o problemáticas. Además, soy experta en autoestima y gestión emocional, ya que considero que son los pilares fundamentales para superar todo tipo de dificultades.